Un año sin publicar, un año con un montón de cosas nuevas, cambios, y un no parar en general.
Y no será porque he dejado de hacer cosas, sino que al final no sacamos tiempo para todo, y cuando algo deja de ser una rutina o algo cercano a ella, cuesta sacar ese espacio de tiempo para retomar.
¡Pero aquí estoy de nuevo!
Os enseño un cabecero de cama que he hecho de manera muy, muy low cost.
¿Pasas a verlo?
Aprovechando que tengo tela de sobra en casa y algo de corcho y guata, solamente tuve que conseguir cartón y una base de madera para hacerlo.
A la hora de colocarlos, los decidí colocar un poco dispares, y los pegué sobre la base con la pistola de cola.
Después añadí algunos hexágonos sueltos a la pared para hacerlo un poco más dispar también.
Lo bueno de este cabecero es que se puede hacer de muchas maneras a nuestro antojo.
Cambiando el color de la tela, añadiendo hexágonos de madera o fieltro, con corcho o sin corcho, así como jugar con la medida de las piezas, más grandes y menos cantidad o todo o contrario...
Así que si alguien se anima, ¡que deje volar su imaginación!
Imposible encontrar otro tan original, buen trabajo. BESICOS.
ResponderEliminarLos cabeceros manuales le dan un toque especial a la cama y a la habitación, sin duda, pero hay que valer para hacerlo, yo prefiero elegir el que más me gusta dentro de mucha variedad de buena calidad y muchos productos,
ResponderEliminarLos cabeceros de cama son más que adornos; crean un refugio de tranquilidad en dormitorios bien decorados. Su diseño cuidadoso y la ambientación adecuada fomentan un sueño reparador y sereno.
ResponderEliminargreat work
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